Los espectadores aficionados al teatro, la danza o demás artes escénicas estimarán de perogrullo este decálogo con consejos básicos para el aspirante a perfecto espectador. Lo es, y, sin embargo, nunca viene mal recordar ciertas cuestiones, no vaya a ser que quede por ahí algún despistado.

Espectador expectante

1. Revisa todas las agendas digitales, blogs de teatro y guías offline para estar al tanto de los últimos estrenos en Madrid, Barcelona o la ciudad que acoja el espectáculo. Te permitirá planificarte y además te aportará material para las conversaciones en los mentideros teatrales.

2. Compra entradas con suficiente antelación para los que se vaticinan espectáculos hits de la temporada. Sería terrible perderte un must por falta de previsión. Consulta a espectadores visionarios como los #tuiteatreros o los miembros de #postfuncio. Si no, te tocará hacer de estrenista intentando mendigar una entrada entre los invitados el día del estreno.

entradas de teatro para espectadores

Foto de www.todocoleccion.net

3. Comprueba antes de salir de casa que llevas la entrada del espectáculo que vas a ver. Los acomodadores y taquilleros no tienen bola de cristal ni varita mágica para hacerlas aparecer. También es importante comprobar la hora y la dirección del teatro. No serías el primero ni el último que aparece en el teatro María Guerrero en lugar de en el Valle-Inclán.

4. Si vas al teatro en verano, no olvides una chaquetita, y si vas en invierno, no olvides una camiseta de tirantes. Suele estar controlado el tema de iluminación, sonido, maquinaria…, pero todavía no se avanzó mucho en el mundillo de la climatización en la mayorías de espacios.

Espectador in situ

5. A ser posible, y este punto es de vital importancia, pela los caramelos antes de que empiece la función (la tuiteatrera @bo_pip puede asesosarte). Ni que decir tiene que los soniditos de teléfonos móviles y alarmas de relojes durante el espectáculo justifican la existencia de métodos de tortura y de armas de destrucción masiva.

6. Deja avisado a tu acompañante que si te duermes porque tuviste una mala noche, porque tres horas y cuarto de verso es too much para el body o porque no estás accediendo al mundo interior del autor, está autorizado a darte una patadita para acallar tus ronquidos.

7. Por muchas críticas y tuits maravillosos que hayas leído sobre la obra, por más recomendaciones entusiastas que recibieras o por mucho ambiente festivalero pro que te envuelva, si la función no te gustó, no te gustó. No te levantes a aplaudir y a gritar bravos como un poseso posturero. Tu opinión también es válida.

8. Si por casualidad eres de esos fans que no pueden dejar pasar la oportunidad de saludar a sus actores, bailarines, directores… favoritos, recuerda, les encantan tus halagos, pero tienen vida más allá del escenario y del camerino.

Espectador post función

9. Aprovecha para verter todo tu entusiasmo o indignación acerca de lo que viste sobre las tablas en tus compañeros de post función. El resto de tus amigos o familia no tienen por qué sufrir tus desvaríos de espectador.

10. Diez, y no por ello menos importante; si el espectáculo te gustó, airéalo a los cuatro vientos. Quedan muchos teatreros por descubrir.

Seguro que tienes en mente alguna que otra sugerencia para aspirantes a espectadores que se me haya escapado. ¿Te animas a compartirla?