Los que nos dedicamos a esto de la Comunicación, el Marketing y todas esas tareas que consisten en trasladar mensajes de un emisor a un receptor para lograr una conexión entre ambos, sabemos lo difícil que resulta a veces nuestro cometido.

Durante muchos años hemos estado acostumbrados a lanzar nuestra perorata a un espectador al que no conocíamos y del que no sabíamos cuál iba a ser su respuesta. No hablaba. Ahora el público nos devuelve inmediatamente si lo que le estamos contando le interesa o no. Es más, ahora un silencio nos dice claramente que lo que le decimos le importa un bledo.

Así que los periodistas y demás elenco promocionero no tenemos más remedio que ponernos las pilas para captar la atención del posible comprador de nuestras ofertas teatreras.

En los últimos días me he fijado en un equipo que para mí lo está haciendo muy bien. No sé exactamente de dónde parten las ideas, pero han llevado a cabo varias iniciativas en este sentido muy divertidas o curiosas.

Sin ir más lejos, mañana miércoles, día de la Festividad del Pilar, a las 11.30 horas, los Teatros del Canal sacarán a la calle nueve pianos y un ensamble de metal y percusión para presentar la nueva temporada musical.

La pasada semana, con motivo del estreno del espectáculo  La Duarte, inspirado en la vida del gran mito argentino, Eva Perón, una comitiva se paseó por las calles de Madrid acompañando a un cadillac rodeado de motoristas que trasladaba a la bailarina Eleonora Cassano.

Hasta el propio director de los Teatros del Canal, Albert Boadella, se ha implicado en esta estrategia para acercar sus ofertas al respetable. Estamos acostumbrados a que sean los periodistas los que acuden a ruedas de prensa y a través de ellos llega la información al resto de ciudadanos. Esta vez, esos mismos ciudadanos pudieron acercarse el pasado 4 de octubre hasta esta sala de la calle Cea Bermúdez para escuchar de primera mano la presentación de la temporada 2011-2012.

Ya sabemos, la gente sigue yendo al teatro, pero en muchas ocasiones tenemos que salir a buscarla a la calle. No podemos esperar sentados.